
A diferencia de las anteriores, esta vez era el Consejo Regente, liderado por Sir Marcus Adelmar, quienes recibieron los saludos de los asistentes. Por sorpresa, y cumpliendo su palabra, Edric “El Hijo del Dragón”, apareció y vino acompañado de su hermano Vulkar, de Garliu y de Adara, sacerdotisa de la Orden de la Luna, en busca de juicio y perdón por lo sucedido en la Feria anterior. Además, como moneda de cambio a su favor, traían a un prisionero, el mismísimo Morten. Con la intención de realizarle un interrogatorio a la luz de la luna a medianoche, y en aras de sacar información sobre los planes del hechicero.

Explicaron tanto a Sir Marcus como a los asistentes los motivos por los que no estuvo en Isla Tormenta; y cómo Adara le salvó de las huestes del Hechicero, las cuales le estaban esperando para realizar una emboscada. Después de pedir perdón por la muerte de Seth (a pesar de haber estado bajo la dominación mental de la magia oscura del hechicero), aceptó someterse a juicio.
“Por lo de Seth, no siento más que lástima y pena. Por ello deseo, sea Gadesia quien dicte mi condena” Durante la tarde, se realizó el juicio a Edric por el asesinato de Seth, terminando como inocente al estar poseído por el Hechicero cuando se produjeron tales actos. Todos los argumentos fueron irrefutables al estar registrados en el códice de la Orden de San Miguel Hospitalario, (código de justicia implantado en la Isla del Dragón). Tras el juicio, y estando los altos cargos de la Alianza del Archipiélago ya reunidos, se aprovechó y se trataron posibles estrategias para defender la isla y acabar con el Hechicero. Fue Adara quien, sin conocer exactamente qué era, nombró la existencia de un Tridente, y fue Cathrum, miembro de la Orden de los Cronistas, quién reconoció a qué se refería Adara. El Tridente de Orio, una poderosa arma, ahora perdida, la cual los Cronistas llevaban siglos buscando e intentando obtener información ya que se trata de un arma con el poder suficiente para acabar con el Hechicero. Se dice, que pudo ser el arma que asestó el golpe definitivo a Gamus en manos del primer Adelmar. La reunión concluye con una alianza para encontrar el Tridente y así tener una oportunidad para derrotar al Hechicero. La primera pista la aportó una carta encontrada en las antiguas ruinas de Orio por los corsarios de la Venganza del Össe, palabras del antiguo Rey, que indicaban por dónde empezar a buscar el tridente, ahora fragmentado.

Una vez cayó la noche, tras la final del Torneo de Armas presenciado por Edric como de costumbre, y ganado por Aldrich (quien repitió como campeón), se preparaba el interrogatorio a Morten. Acto que tuvo que ser retrasado dado que se produjo el asesinato de Cathrum (el miembro de la Orden de los Cronistas que advirtió en la inauguración de un peligro inminente, y quien arrojó luz a la alianza sobre la utilidad del Tridente de Orio), así como el intento de asesinato de Sir Marcus Adelmar, un misterio aún sin resolver, del que afortunadamente sobrevivió. Cuando por fin se realizó el interrogatorio a Morten, se reveló parte de los planes del Hechicero. Palabras de Morten: “
Las intenciones del hechicero son las mismas, desde hace siglos… ¡Despertar a Gamus!”. 
Al día siguiente, previa clausura a la VII Feria del Dragón, la Guardia de Guildor Ciryatan llevó ante el Consejo Regente, a un sospechoso individuo al que encontraron registrando los aposentos de Sir Marcus. Tras un cruce de acusaciones sobre las intenciones del presunto espía o ladronzuelo, la poderosa y respetable dama Ivorwen irrumpió por sorpresa en la conversación (y pisando la Feria después de varios años) con el fin de apoyar al encapuchado, quien después de leer un texto que tenía preparado, reveló su identidad, resultando ser nada más y nada menos que el hijo desaparecido de Sir Marcus Adelmar, Bylon Adelmar. El ya no tan joven muchacho, aclaró que no murió en Isla Tormenta como se creía desde hacía más de 10 años. Explicó su dedicación en las sombras durante todo este tiempo a estudiar una ilación de sucesos, que, aunque no quiso revelar durante su discurso, dejó entrever que tenían relación con el hechicero. Justo antes de acabar su discurso, desveló una hipótesis, hasta ahora secreta…
“Gamus no sólo está vivo, ¡Gamus está aquí, entre nosotros!”. Fue tras esa revelación, cuando presuntamente el Hechicero, entró en la mente de Ásur (mano derecha de Sir Marcus Adelmar) para intentar asesinar a Bylon… pero fracasó, pues Ásur se mantuvo fuerte y luchó contra la posesión, algo insólito que no había conseguido ni si quiera Edric un año antes, desviando el disparo hacia el brazo en vez de a la cabeza, y evitando así la muerte del joven Adelmar. Aun así, todo resultó confuso, y el capitán de la guardia de Guildor, Farior, se armó con el mayor valor y redujo a su compañero y amigo, Ásur, clavándole su hacha de mano entre el pecho y el brazo. Todavía resuenan los gritos de dolor de Farior, aun mayores que los de Ásur, cuya vida pende de un hilo, gracias en parte a que recibió la ayuda de la sacerdotisa Adara.

En medio de todo el alboroto formado, las campanas de guerra empezaron a sonar, mientras un emisario a caballo alarmaba a toda Gadesia…
“¡Auxilio, la guardia de Erytheia pide auxilio! ¡El hechicero está desembarcando en la costa! ¡A las armas!”